Ahora que estamos comenzando la temporada del níspero, qué mejor ocasión para incorporar el sabor de este nutritivo y sano fruto a nuestros platos. Además de combinar bien con ensaladas, lo podemos emplear para acompañar postres.
Un ejemplo de ello es la mermelada de nísperos, una conserva elaborada con estos frutos que se caracteriza por su delicado y suave sabor agridulce. Precisamente ello hace que sea perfecta para elaborar un sinfín de recetas de repostería. Una de ellas, la que vamos a preparar hoy, tarta de queso con mermelada de nísperos, es buena prueba de ello.
La tarta de queso es un postre muy conocido. Elaborada de diferentes maneras según países y tradiciones, su preparación es muy sencilla y rápida, por lo que es un plato perfecto para culminar una comida o acompañar un buen café.
Lejos de preparar la típica tarta de queso sola o con mermelada de fresa o frambuesa, en esta ocasión vamos a elegir la mermelada de níspero para acompañar nuestra tarta de queso. Además, puestos a jugar con los sabores, vamos a emplear el queso Philadelphia que, sin duda, le dará un toque especial a nuestro postre.
Esta receta que presentamos es muy fácil de elaborar, a la par que muy económica, apta para todos los bolsillos. Sin duda, una brillante elección para sorprender a nuestros invitados.
Ingredientes tarta de queso con mermelada de nísperos:
- 3 yogures naturales (mejor, si son griegos)
- 250 gr. de queso Philadelphia (equivalente a una tarrina)
- 225 gr. de mermelada de nísperos (equivalente a un tarro grande de nuestra mermelada Ruchey)
- 3 huevos
- 9 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de harina
Elaboración
Ponemos a precalentar el horno a 180º mientras preparamos nuestra tarta.
En un bol echamos los tres huevos con el azúcar, y los batimos hasta que estén bien mezclados. Añadimos las tres cucharadas de harina y seguimos batiendo. A continuación, agregamos los tres yogures y el queso Philadelphia, y removemos hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
En un recipiente apto para horno, vertemos el contenido de nuestro bol. Previamente, habremos espolvoreado un poco de harina en las paredes y base de dicho recipiente para evitar que la tarta se pegue a las mismas.
Una vez vertida la mezcla, introduciremos el recipiente en el horno durante 45-60 minutos. El tiempo dependerá de la potencia de nuestro horno, por lo que deberemos estar atentos para que no se nos quede poco hecha o se queme. Para asegurarnos, pasados 50 minutos, podemos introducir un palito para brocheta para ver si sale o no con restos de tarta. Una vez que este salga limpio, apagaremos el horno y sacaremos la tarta. La dejaremos enfriar antes de decorarla.
Cuando la tarta de queso este fría, la cubriremos con la mermelada de nísperos. Nos ayudaremos de una espátula para dejar la cobertura homogénea. Por último, la introduciremos en el frigorífico y la dejaremos enfriar entre 2 y 4 horas antes de servirla.
¡Para chuparse los dedos!
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