La poda del níspero es una más de las tareas a las que se someten los nísperos anualmente. Sin duda, es un momento muy importante ya que de su labor dependerá la calidad y cantidad de los frutos que dé ese año el árbol.
¿Cuándo realizar la primera poda del níspero?
Algunos agricultores apuntan que la primera poda del níspero debe realizarse a los tres años de su plantación, cuando este ya ha crecido lo suficiente. Pero, en realidad, durante ese tiempo también se llevan a cabo tareas de poda. Se trata de una poda de formación y tiene lugar hasta el momento en el que el níspero comienza a producir frutos, es decir, durante los tres o cuatro primeros años desde que se planta el árbol.
¿Qué ocurre una vez el níspero fructifica?
Una vez el níspero fructifica, los agricultores realizan dos tipos de poda: la primera de ellas es una poda de limpieza o aclareo y consiste en eliminar las hojas y ramas muertas. De este modo, se evitará el sobrepeso una vez salgan los frutos.
La poda de fructificación, por su parte, trata de eliminar las ramas de inflorescencia, con lo que se consigue que el níspero fructifique al año siguiente en otras ramas.
En algunos casos, los agricultores someten a estos frutales a una poda de regeneración. Al igual que en el caso de otros árboles, con el paso de los años puede llegar un momento en el que el níspero no produzca frutos suficientes y de calidad. Llegado el caso, el agricultor, en vez de arrancar el árbol y plantar uno nuevo en su lugar, decide llevar a cabo esta selectiva poda, cuya finalidad es regenerar las ramas agotadas y en mal estado para que vuelvan a producir frutos.
¿Cómo se realiza la poda del níspero?
Como es lógico, dependiendo del tipo de poda de níspero que vayamos a realizar, las tareas serán diferentes. Así, la poda de formación seguirá el propio crecimiento piramidal del árbol, dejando de 4 a 6 brazos y una altura de 3 o 4 pisos. El primer piso debe estar a una distancia no superior a 40 cm con respecto al suelo. A partir de ahí, el resto de los pisos guardan una distancia de 50 o 60 cm entre ellos.
En cuanto a la poda de limpieza o aclareo, esta se puede llevar a cabo una vez han salido los frutos y consiste en eliminar ramas, frutos y hojas para limitar el sobrepeso del níspero. Se suele realizar a finales de enero o en febrero, una vez han pasado las heladas, y se realiza manualmente. Se seleccionan en cada panícula los 4 o 5 mejores frutos en función de su tamaño, ubicación y calidad.
Finalmente, durante la poda de fructificación se pretende limitar la altura del árbol, podándose las ramas vigorosas y dejando sin tocar las fructíferas. Conviene realizarla pasados 15 o 20 días desde la recolección, eliminando todas los ejes verticales que salgan. Es aconsejable que no se dejen huecos muy grandes, evitando, de este modo, que el sol queme las ramas o el propio tronco del níspero.
Como hemos visto, la poda del níspero es un momento muy importante en el cultivo de este frutal. De su realización dependerá la calidad de los frutos que genere el árbol, así como su cantidad.