Diciembre nos emboca a la recta final hacia la navidad, una de las fiestas más populares celebrada durante todo el año. Bellos alumbrados, villancicos, el árbol engalanado con bolas de colores y guirnaldas o las cestas de navidad son un buen ejemplo de ello. Tiempo donde los encuentros familiares son la piedra angular de una época que, si bien breve, nos hace recordar lo realmente importante de la vida que, a consecuencia del ritmo diario acabamos casi relegando a un segundo plano el resto del año, como es compartir nuestro tiempo junto a nuestros seres queridos, familiares y amigos. Los reencuentros con parientes lejanos o viejas amistades que por motivos laborales o de estudio viven alejados de nuestra tierra, hacen mucho más especial esta época del año, la cual, se ha convertido en la principal motivación para los presentes más especiales. Las risas, la ilusión y las ganas de compartir los mejores momentos llenan de emotividad nuestro espíritu navideño.
Y qué mejor estampa navideña que ver a los tuyos alrededor de una larga mesa al calor de una acogedora chimenea que chisporrotea incansable. Los calurosos gestos de afecto se suceden y pasado un tiempo, cuando la comida o cena deja paso a los dulces, las serias conversaciones se transforman en chistes, generalmente malos. Y entonces sucede. Al final de la cena siempre hay alguien que se acaba arrancando con el tradicional villancico Noche de Paz, provocando risas primero para rematarlo entre todos “entonándolo”.
El equipo humano de Nísperos Ruchey ha querido sumarse un año más a ese momento especial, acompañando a todas esas familias en tan señaladas fechas, elaborando unas exclusivas cestas de navidad gourmet con la que disfrutar de sus productos junto a toda la familia, cuidando hasta el último detalle en la presentación, pues la navidad si algo tiene que todo lo vale, son los pequeños detalles. Combinando los sabores de nuestra infancia con la fineza y exquisitez de la elaboración gourmet, Nísperos Ruchey permite acercarnos a la elegante elaboración de sus variados productos combinando calidad y buen precio. Nada tiene que envidiar a las tradicionales cestas de navidad, puesto que la palabra “artesanal” ocupa todos y cada uno de sus productos, perpetuando en sus recetas, las técnicas propias heredadas de familia. Ruchey logra completar esos instantes en lo que todo parece desvanecerse a lo largo y ancho de una mesa repleta de alimentos y dulces de la tierra. Nuestra tierra, porque ¿no es al fin y al cabo nuestra tierra parte de nuestro propio hogar? El aroma así nos lo hará recordar una vez abiertas las cestas de navidad gourmet de Níspero Ruchey. La miel de azahar o naranjo, la crema de limón o nísperos en almíbar es tan solo un pequeño ejemplo del contenido de su cesta, asimismo hay lugar para la cerveza de elaboración propia, aguardiente y licor entre el resto de productos elegidos.
Ningún detalle se ha quedado fuera en la confección de las cestas de navidad que Ruchey ha querido compartir con todos nosotros, puesto que detrás cada producto seleccionado, se descubre un equipo humano que desea ser cómplice de los momentos más especiales en la época de Pascua.