Generalmente, cuando compramos algún tipo de alimento perecedero siempre esperamos que sea de calidad. En el caso de las frutas y verduras, este deseo es aún mayor por cuanto son muchos los comercios que venden estos alimentos y pocos aquellos en los que el sabor y la calidad del producto son los que esperábamos.
¿Cuántas veces hemos pensamos que las naranjas ya no tienen el mismo sabor que antes? Seguro que muchas. Y es que, en la actualidad, es muy fácil comprar estos productos todo el año, sin necesidad de esperar a que sea temporada, lo que hace que el sabor de lo que compramos y su calidad no sea la mejor.
La calidad de los nísperos
Por suerte, aún hay productos que se ciñen a la temporalidad, lo que, a priori, es buen augurio de una calidad y sabor excepcional. Uno de ellos es el níspero, que empieza a comercializarse a finales de primavera. De sabor ligeramente ácido, este nutritivo y sabroso fruto es un manjar para los sentidos. Pero ello no exime que todos los nísperos que se ponen a la venta tengan la misma calidad. Esta dependerá de muchos factores, a saber:
- su grado de maduración
- los cuidados a los que hayan sido sometidos durante su cultivo
- el modo de recogida del níspero
- su envasado y transporte
- las condiciones de conservación hasta su venta
Como vemos, son muchos los condicionantes que influyen en la mejor o peor calidad del níspero. Por tanto, ¿cómo sabemos que los nísperos son de calidad? Es muy importante prestar atención a una serie de detalles en el momento de su compra; de este modo, deberemos tener en cuenta lo siguiente:
- El color de los nísperos. Los nísperos tienen una tonalidad naranja brillante o naranja amarillenta, por lo que no es recomendable adquirir nísperos de color amarillo o verde. Estas tonalidades evidencian una falta de maduración en el fruto, siendo poco apto para su consumo.
- El aspecto de la piel y su textura. La piel de los nísperos tiene que estar lisa, debiendo presentar una tonalidad homogénea. No debe evidenciar manchas, arrugas o golpes, lo que, sin duda, indicaría que las condiciones de transporte y conservación no han sido las adecuadas. Debemos tener en cuenta que el níspero es un fruto muy delicado, por lo que cualquier golpe o cambio brusco de temperatura afectará sobremanera a su calidad y, por tanto, a su sabor.
- Su tacto. Los nísperos tienen una piel suave y fina. Además, tienen que ser consistentes al tacto, sin estar demasiado blandos, síntoma de su excesiva madurez, o duros, que evidenciaría su recogida antes de tiempo.
- El olor que desprende. El níspero no emite olores fuertes, agrios o ácidos. Si nos encontramos con frutos que desprenden un aroma demasiado fuerte y desagradable debemos pensar que las condiciones de conservación no han sido las correctas.
Si optamos por adquirir los nísperos vía online, estos factores los consideraremos en el momento de su entrega.
En Ruchey sabemos mucho de nísperos
Por ello, los frutos que comercializamos son exclusivamente de temporada; no son conservados en cámaras antes de su compra, ya que se recolectan en el preciso instante en el que el cliente realiza su pedido. ¿Cómo sabemos que los nísperos que comercializa Ruchey son de calidad? Varios son los aspectos que evidencian que estamos antes un producto exquisito:
- La piel de los nísperos de Ruchey tiene una tonalidad naranja característica que denota que su recogida se ha realizado en el momento correcto de maduración.
- Han sido cultivados con cuidado y esmero, prestando atención a cualquier factor externo, tanto ambiental como biológico, a los que pudieran verse sometidos.
- No presentan golpes, arañazos, manchas y arrugas.
- El envasado y transporte se realiza con delicadeza, como corresponde a un producto tan delicado.
- No se conservan en frío.
- Su óptima maduración determina que su tacto no sea ni demasiado blando ni duro, estando en el momento adecuado para su consumo.
- Solo huelen a fresco y a níspero.
Por todo ello, Ruchey se ha convertido en líder en la comercialización de nísperos.